Orlando, Florida – Es la comidilla de la ciudad ahora que El Niño está oficialmente aquí. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica declaró oficialmente El Niño el jueves.
El Niño es un fenómeno climático natural caracterizado por temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio en el Océano Pacífico central y oriental que ocurre en promedio cada 2 a 7 años. Los impactos de El Niño se extienden más allá del Océano Pacífico.
El Niño tiene intensidades variables y, dependiendo de la temporada, tiene impactos generalizados.
Durante la temporada de huracanes, la cuenca del Atlántico experimenta el año menos activo en términos de número de tormentas. Esto se debe a que durante El Niño, la velocidad del viento generalmente aumenta. La cizalladura del viento es perjudicial para el desarrollo de tormentas tropicales.
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Por otro lado, los trópicos son más activos en el Pacífico oriental durante El Niño.
Hay un 84% de probabilidad de un El Niño moderado o fuerte durante el invierno.
Es importante recordar que, si bien El Niño generalmente reduce la cantidad de huracanes en un año determinado, solo se necesita uno. Por ejemplo, 1992 fue una temporada de huracanes por debajo del promedio en términos de número de tormentas, pero produjo el huracán Andrew de categoría 5, que devastó el sur de Florida.
Durante la temporada de huracanes de 2023, cuando El Niño es un supresor importante, la cuenca del Atlántico, incluidos el Mar Caribe, el Golfo de México y el Atlántico, ya están por encima de lo normal en la categoría de temperatura.
En general, El Niño gana cuando la influencia es más fuerte, pero una cuenca atlántica muy cálida genera más incertidumbre de lo habitual sobre cómo se desarrollará la temporada.
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